Ante el repunte de las cifras de contagiados por COVID y la ocupación de las camas de Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de la ciudad, el alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo Heins, dio a conocer las medidas de carácter restrictivo que buscan proteger la vida de los ciudadanos.
El mandatario explicó que, después de atravesar un año muy difícil en el que se perdieron muchas vidas, empleos, y cambió nuestra cotidianidad, “nos sobrepusimos a la tragedia con medidas rigurosas y la actitud responsable de nuestra gente, y por momentos sentimos que ya todo había pasado”.
Sin embargo, en los últimos meses se ha vivido un relajamiento en las medidas de autocuidado. “Identificamos con preocupación una falsa percepción de seguridad, derivada de la vacunación, que ha llevado a descuidar las medidas de autocuidado, las mismas que precisamente permitieron antes el control de la pandemia”.
En consecuencia, estas son las medidas tomadas por el distrito:
- Decretar toque de queda nocturno que regirá desde las 11:00 de la noche hasta las 5:00 de la mañana, del 25 al 29 de marzo, y del 31 de marzo al 5 de abril.
- Durante esos mismos días, y en los mismos horarios, queda prohibido el expendio y consumo de bebidas alcohólicas y embriagantes en la jurisdicción del Distrito de Barranquilla.
- Además de la multa hasta por 10.000 salarios mínimos y el cierre del negocio hasta por tres meses dispuestos por el Ministerio de Salud, procederemos a judicializar a quienes fomenten o permitan rumbas o fiestas en sus establecimientos comerciales.
- El aforo máximo permitido para reuniones de carácter social, actividades o eventos en inmuebles públicos y privados, como bautizos, matrimonios, celebraciones de cumpleaños), será de hasta 8 personas.
- Las procesiones y eventos religiosos masivos con ocasión de la Semana Santa, quedan prohibidos. Los eventos litúrgicos masivos que se convoquen durante la temporada de Semana Santa deberán realizarse, preferiblemente, de forma virtual.
En una alocución transmitida por redes sociales, el alcalde estuvo acompañado por el comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, general Diego Rosero; la directora seccional de Fiscalías, Viviana Iriarte; el secretario de Planeación Distrital, Juan Manuel Alvarado, y el secretario de Salud Distrital, Humberto Mendoza.
El secretario de Planeación explicó que el repunte de las cifras se empieza a notar en Barranquilla, donde el sistema de salud opera como un centro regional de atención, y recibe, “como debe ser”, las remisiones de pacientes de todos los departamentos y ciudades del Caribe colombiano.
“En Barranquilla se han aplicado más de 40.000 dosis al personal de salud y adultos mayores de 75 años, sin embargo, hemos detectado alguna resistencia en varios sectores, lo cual aumenta definitivamente el riesgo para sus habitantes”, expresó el mandatario.
Las medidas consignadas en el decreto 0051 de 2021 constituyen órdenes de Policía de obligatorio cumplimiento.
“Las personas que desobedezcan las medidas, deben atenerse a lo establecido en la Ley, de manera que la Policía ingresará a los sitios, suspenderá de inmediato la reunión o actividad e impondrá comparendos. El uso del tapabocas es obligatorio. A quienes no lo usen impondremos las multas previstas por el Código de Policía, que en este caso equivalen a un salario mínimo, algo así como un millón de pesos”, explicó el comandante de la Policía Metropolitana.
El alcalde fue tajante en afirmar que se hará aplicación estricta del Código Penal a quienes violen estas disposiciones. “Como consecuencia de los hechos que ocurrieron este fin de semana, ya presentamos la primera denuncia ante la Fiscalía”, anotó.
El alcalde Jaime Pumarejo finalizó recordando que, si bien el virus se puede adquirir en cualquier lado, el lugar de mayor propagación es la reunión familiar o social, espacios en donde se relajan las medidas de precaución, por lo que hizo un llamado a hacer el último gran esfuerzo por las vidas de todos.
“No elijan quitarse el tapaboca, hacer fiestas o recibir visitas. Elijan la vida”, concluyó.