Durante dos años el proyecto “Esperanza Sin Fronteras”, apoyado por la Oficina de Población, Refugiados y Migración –PRM del Departamento de Estado de los Estados Unidos y World Vision, dedicó todos sus esfuerzos para apoyar a la niñez migrante que sale de Venezuela sin la compañía de sus madres, padres o un adulto de confianza, y transita por las carreteras del país (a estas niñas y niños, se les denomina como niñez migrante no acompañada y/o separada).
De las 2.252 niñas y niños atendidos por el proyecto, la organización World Vision, identificó que el 87% de ellos tienen entre 12 y 17 años. Ante esta situación, que sigue presente e incrementando ante el paso hacia los Estados Unidos por la selva del Darién, se apoyó a la niñez a través de la atención psicosocial con la que fue posible identificar factores de protección y de riesgo.
Por medio de la escucha activa y espacios seguros que fueron de la mano con sensibilizaciones e información oportuna, las niñas, niños y adolescentes que se encontraban solos se acogieron a las respectivas rutas de protección institucional de acuerdo con su interés: volver con sus familias. Se llevaron a cabo 188 procesos de reunificación de niñez que se encontraba separada de sus núcleos familiares y redes de apoyo, logrando que a las niñas, niños y adolescentes se les pudiera garantizar el derecho a la familia.
Adicional a ello, y con la articulación de entidades garantes de derechos en el país como ICBF, Comisaría de Familia, Cruz Roja, entre otros, se remitieron 308 casos de niñez no acompañada y se logró incidir para que las niñas, niños y adolescentes les fuera garantizado su derecho a la identidad, educación, salud y a una familia posibilitando mejores condiciones para su bienestar.
“Uno de los mayores logros fueron los procesos de activación de rutas para la niñez migrante no acompañada y separada, y las reunificaciones familiares que fueron acompañadas durante el segundo año de Esperanza Sin Fronteras. Asimismo, acompañamos procesos de integración económica y sociocultural a través de asistencia para arriendo a más de 1.000 hogares.” María Fernanda Becerra, Directora de proyecto World Vision.
Bienestar y acceso a un alojamiento digno y seguro
Durante los dos años de implementación del proyecto, se logró mejorar el acceso a alojamiento seguro para más de 9.000 migrantes venezolanos y comunidades de acogida que se encontraban en riesgo de desalojo de sus viviendas o que no contaban con espacios dignos para vivir.
Por otro lado, más de 6.000 personas accedieron a servicios complementarios como transporte humanitario, acceso a la salud, apoyo en documentos de regularización o movilización de manera digna, segura y regular como parte de los procesos de integración socioeconómica que actualmente se llevan a cabo en Colombia.
El proyecto Esperanza Sin Fronteras tuvo su implementación con la población migrante, refugiada y de acogida en los departamentos de: Santander, Cundinamarca, Boyacá, Valle del Cauca, Cauca, Nariño y Antioquia (Necoclí). Estos departamentos son identificados como puntos clave de la ruta migrante en el país.