llevaron descubrir esta pieza crucial en la historia evolutiva de estos entrañables mamíferos que, por cierto, parecen haber sido la inspiración de las leyendas sobre sirenas. No es coincidencia que los taxónomos hayan nombrado al grupo al que pertenecen como “sirenios”
La historia comenzó en 2005 cuando Manuel Mendoza y Eutimio Salgado, dos campesinos de la vereda Pubenza del municipio de Tocaima en Cundinamarca, encontraron una serie de fósiles, que se sumaron a los de una expedición del Servicio Geológico Colombiano en la misma área. Las piezas correspondían en su mayoría a tortugas y cocodrilos de habitaron esta zona hace 17 millones de años atrás, en el período conocido como Mioceno temprano.
Moreno-Bernal, más enfocado en reptiles antiguos, tocó la puerta de su colega Catalina Suárez, que en ese entonces era becaria predoctoral del Instituto Smithsonian de Investigaciones tropicales, y a quien le interesan los mamíferos fósiles de Suramérica. Juntos hicieron una primera descripción. Pero las dudas sobre su verdadero origen aumentaban así que Catalina, aprovechando sus contactos en la Universidad Nacional de La Plata,
Ninguno de los tres era experto en manatíes, así que buscaron a Jorge Velez-Juarbe, investigador puertorriqueño y curador de mamíferos marinos en el Museo de Historia Natural de Los Ángeles, California. Velez confirmó que efectivamente debía tratarse de un manatí. Jorge y Catalina compararon las piezas con las del Potamosiren magdalenensis, una especie de manatí extinto que vivió hace 13.5 a 11,8 millones de años y cuyos restos fósiles fueron hallados en el desierto de la Tatacoa.
“Los paleontólogos somos como los historiadores. Un historiador busca documentos antiguos para reconstruir cómo cambió una civilización. Documentos que revelan algo. El trabajo del paleontólogo es similar. Cuando trabajamos un fósil, por sí solo no dice mucho hasta que logramos que encaje en un contexto”, dice Jorge Moreno-Bernal.
Gracias por esta información. Son animalitos hermosos a los que hay que proteger.
Gracias Claudia, muy buena información. Buen trabajo de los investigadores