Tras cuatro años de ausencia, Casas Distritales de Cultura, de la Secretaria de Cultura y Patrimonio, regresó a la Batalla de Flores con una explosión del color del atardecer del Caribe colombiano regresó a la Vía 40.
Con un vestuario dividido por bloques de colores con matices en amarillo, naranja y rojo, 120 estudiantes engalanaron el cumbiódromo durante la Batalla de Flores, haciéndole honor a la tradición y fantasía de nuestra cultura Caribe.
El grupo también fue acompañado por unas marionetas sobredimensionadas, que representan las 13 danzas tradicionales que se presentaron ante la UNESCO, a saber: Cumbia, Mapalé, Congo, Garabato, Son de Negro, Danza de relación de los Indios de Trenza, Danza del Caimán, Danza de los Goleros, Danza de los Diablos Arlequines, Danza del Paloteo, Danza de Gallinazos, Danza de las Farotas, Danza de Micos y Micas, y Coyongos.
También contaron con la presencia de tres elementos rodantes elaborados por talentos del Programa de Elaboración de Carrozas y Faroles para el Carnaval, de la Escuela Distrital de Artes Y Tradiciones Populares, EDA.
Este proyecto tiene un alto compromiso de preservación cultural desde la academia involucrando a los talentos de la EDA con sus programas de vestuario y tocados para el Carnaval, sino también un alto contenido social, con la integración de las mujeres privadas de la libertad en el centro de rehabilitación El Buen Pastor, quienes materializaron los diseños que se gestaron desde la academia, elaborando los vestidos que homenajeaban ritmos como el chandé, son de negro y cumbia, con la orientación de la fundación Esperanza y el apoyo de la Secretaría de Cultura.La estrategia No es No también acompañó esta muestra cultural, para seguir promoviendo el respeto por los derechos y las libertades de las mujeres.